Hace unos días salió la noticia de que una máquina había pasado el test de Turing y que sería un gran paso para conseguir la ansiada Inteligencia Artificial (IA).
Un programa de chat había conseguido engañar al 33% de las personas con las que había interactuado haciéndoles creer que era un ser humano, siendo el límite de un 30%.
La prueba consiste en mantener una conversación en dos chats, uno humano y otro “máquina”, durante cinco minutos y después decidir quién es humano. El programa que lo logró, estaba programado por tres investigadores que le habían dado la personalidad de un niño ucraniano de 13 años llamado Eugene Goostman.
Querían darle al programa algo de “humano” haciendo que no supiera responder a todas las preguntas y que tuviera algo de curiosidad por sus entrevistadores.
En realidad, no existe como tal un test de Turing, ni unos parámetros claros para determinar si una máquina ha pasado o no el test. De hecho, lo que ha cumplido Eugene es una predicción del mismo Turing, que por los años 50 predijo que en el año 2000 las máquinas serían capaces de engañar a un 30% de las personas con las que interaccionaran haciéndose pasar por humanos.
Entonces, Eugene no es que pasara la prueba holgadamente, además hace unos años ya había habido algún programa de chat que había conseguido mejores resultados, acercándose al 50%.
Por otra parte, ciertos científicos apuntan que un chatbot (un software para chatear) no puede considerarse en sí una máquina ya que no tiene un “cuerpo”. Aunque en este caso hay que recordar que todo software necesita de un hardware para funcionar, pero no al contrario.
Así que parece que este experimento ha quedado en algo más mediático que científico y tendremos que seguir esperando a la tan ansiada Inteligencia Artificial. La hora de las máquinas está por llegar.
¿Por qué sería importante conseguir Inteligencia Artificial para los investigadores? Sobre todo, para obtener máquinas que sean capaces de evolucionar por sí solas y sean capaces de ser completamente autónomas.
Esto daría un gran impulso al avance de la tecnología.
Si bien hasta ahora existe tecnología “inteligente”, no son más que pautas preprogramadas por los diseñadores que marcan el camino de la evolución de una máquina. A través de la Inteligencia Artificial se conseguiría añadir otro punto de vista a la de los investigadores a la hora de innovar.
Aunque habrá que tener claro que el primer fin de todo esto será militar, como casi toda la tecnología, para ir incorporándose poco a poco a la vida cotidiana.
Y, por último, quien sabe si hacer realidad alguna película de ciencia ficción apocalíptica.
Pero de momento parece que Skynet tendrá que seguir esperando…
Fuentes de referencia: University of Reading
By: Antonio Ferrero