Todo el mundo interesado medianamente en la arquitectura sin lugar a dudas conocerá esta casa:

Se trata de la Casa de la Cascada, construida en el año 1936 por el famoso arquitecto Frank Lloyd Wright. Este es el mejor ejemplo de cómo una obra de arte arquitectónica puede estar integrada en la naturaleza.

Situada en Bear Run, Pensilvania, Estados Unidos, es la obra maestra de este arquitecto.

La construcción sigue los principios de la arquitectura orgánica de Wright, integrando en el edificio los factores ambientales, uso y función, materiales nativos, el proceso de construcción y al propio ser humano. Se dice que cuando el arquitecto visitó Bear Run y vio la cascada, comenzó a dibujar el primer boceto de la que sería la futura casa y los planos se desarrollaron en pocas horas. Los Kaufmann, la familia que pidió a Wright que diseñara su casa, pensaron que este la diseñaría con vistas a la cascada, lo que no pensaron en ningún momento era que éste optaría por integrar la casa en la cascada.

El arquitecto pidió un estudio topográfico de la zona y alrededores de la cascada que incuía rocas, árboles y curvas de nivel y más tarde creó un mapa con el diámetro de los árboles y su especie. Al principio los dueños se negaron pero poco después confiaron en él, dejando que este realizara su obra maestra.

El edificio se creó respetando totalmente el medio ambiente. Ningún elemento de la naturaleza fue alterado en su creación. Los cimientos de la casa son las rocas del lugar y algunas asoman junto a la chimenea. Tiene amplias ventanas que pasan de una planta a otra dejando ver los forjados. En el lado norte de la casa hay varias pérgolas a modo toldo que van desde la pared exterior hasta un talud de piedra.

Dos de las pérgolas parecen esquivar el tronco de dos árboles como muestra del respeto de Wright hacia la naturaleza. Es tal la integración con el entorno que en el suelo de la terraza del despacho se dejaron dos huecos para que fueran traspasados por dos árboles, aunque finalmente tuvieron que taparse. A todo esto hay que añadir que en cualquier estancia de la casa puede oírse y  observarse la cascada.

Un claro ejemplo de lo que puede conseguirse en la arquitectura cuando uno está comprometido. En mi opinión, una obra de arte de la arquitectura aunque en la actualidad crearía demasiada controversia.

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