factura-electrica

La optimización de la facturación es una de las principales estrategias para reducir el gasto asociado al consumo energético de una instalación.

Es muy habitual encontrar usuarios y empresas que disponen de unas condiciones de contratación que no se adecuan a sus necesidades reales de consumo, elevando de esta forma sus costes eléctricos sin ningún beneficio, pagando simplemente de más.

El desconocimiento de los parámetros que intervienen en la factura es muy habitual entre los consumidores, debiéndose normalmente sus condiciones contratadas a recomendaciones por parte del comercial de la compañía en el momento de la contratación o cambio en la misma, sin una justificación técnica en función de los procesos que se dan en la propia actividad.

Una adecuada gestión de sus condiciones de facturación conlleva de media ahorros del 10-20 %

El análisis y optimización de la factura eléctrica es un servicio típico de consultora. En este sentido aparece la figura del gestor energético cuya labor es la de optimizar el consumo energético de una instalación, es una figura vinculada al ahorro y al aprovechamiento racional de la energía.

En una factura eléctrica hay tres aspectos a evaluar que deben ajustarse a cada usuario a fin de que este pague únicamente por lo que necesita, estos son:

1. Tarifa de acceso y periodos contratados.
2. Potencia contratada.
3. Término de energía reactiva.

Aspectos que dependen de las actividades que se realicen, los horarios, de la demanda total y simultánea y del tipo de equipos instalados. Cuando una instalación es nueva podemos estimar las demandas que se van a producir para de esta forma adecuar la factura. Lo más interesante, si es posible, es realizar esta adecuación a partir de registros de consumo de las propias instalaciones, partiendo de datos reales y no teóricos para una correcta optimización.

Otro aspecto a tener muy en cuenta es la comercializadora con la que tenemos contratado el suministro. Es conveniente asegurarse periódicamente de que las condiciones que tenemos en nuestro contrato son competitivas en el actual mercado, en la mayor parte de los casos son mejorables.

Por otro lado y como consecuencia de la liberalización del mercado diferentes comercializadoras entran en juego intentando diferenciarse de las convencionales, tratando de conseguir la confianza de los consumidores, buscando la transparencia y la cercanía de la que quizás carece este sector, y para lo cual empiezan a poner en práctica el tipo de servicios que hemos comentado en este post. Es importante valorar todo lo que puede ofrecer una comercializadora.

Un servicio adecuado de gestión de consumos conlleva más ahorros que pequeñas diferencias decimales en el precio de la energía.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.